LA FÍSICA MODERNA HA ABIERTO UN MELÓN QUE HA DE EMPEZAR A CATAR...

 

   Curiosamente la física teórica actual tiene todas las evidencias que revelan que la conciencia no puede emanar de la materia, pero los físicos consideran que la conciencia no entra en su campo, sin darse cuenta de que "su campo" hace tiempo que lo trascendieron. Unos átomos que entran y salen de nuestro cerebro, mediante la alimentación de las neuronas, no pueden crear nuestra conciencia. Muchas de las paradojas de la física más puntera desaparecerían si se pusiese como centro de la física en lugar de la materia, que de alguna manera se ha desmaterializado a la luz de nuestras teorías, la conciencia. Es precisamente la idea de conciencia la que da sentido a múltiples dimensiones e incluso a múltiples universos, sin ella todo el edificio deja de ser autoconsistente, esa falta de autoconsistencia global en la física provoca las paradojas. Si la conciencia emanara de la materia el observador sería mera materia observando a más materia, lo que provoca una falta total de autoconsistencia. 

   La física ha abierto el melón de la ciencia de la conciencia cuando ha evidenciado que las dimensiones visibles por nuestros sentidos no son autoconsistentes y que, por lo tanto, necesitamos de la existencia de otras dimensiones para explicar lo que vemos. La física moderna se adentra en otros campos porque está tocando la esencia de todos los campos del conocimiento. La realidad de que siempre existan unas solas matemáticas y múltiples teorías para explicar unos mismos hechos nos hace sospechar que el puente entre la conciencia y la materia ha de estar en las matemáticas. La física ha abierto un melón que debe empezar a catar...


En cuanto liberemos nuestra idea de conciencia de la visión materialista la ciencia experimentará un progreso inaudito en cuanto a sus planteamientos y teorías, entrando en campos que antes no se había atrevido ni siquiera a imaginar como es el de la vida después de la muerte. Para lograr que la población del mundo esté preparada para asumir las consecuencias de esta ciencia basada en la conciencia será necesaria una Segunda Alfabetización basada en el autoconocimiento y el crecimiento personal.



LA RAZÓN DE POR QUÉ LA FÍSICA MODERNA ES LA CIENCIA MÁS AVANZADA

 

  Todas las teorías terminan teniendo fisuras, precisamente por ese se llaman teorías. El llamar al conocimiento estructurado teorías ha hecho de la física la ciencia más avanzada, pues ninguna teoría no solo no se da por acabada, sino que se intenta superar  con otra mejor, con otra de mayor perspectiva. 

    La evolución de las especies está atascada porque no se la denomina Teoría de Darwin y como consecuencia se confunde con una verdad, que tan solo se puede ir afinando. Es una lástima que en nuestras escuelas no se diga que las ciencias experimentales no son exactas por la sencilla razón que tratan del cómo de las cosas y no del por qué profundo, esto no es un obstáculo, sino precisamente lo que las hace bellas e incluso poéticas, cada teoría es en el fondo una metáfora para explicar una realidad que siempre conserva un misterio existencial inenarrable, como le ocurre a cualquier metáfora poética. Basta ver los nombres de las teorías de la física moderna e incluso de las partículas para darse cuenta de que nos estamos moviendo entre metáforas, metáforas que cada vez explican mejor la realidad e incluso crecen en belleza.


Un agujero negro es una ruptura del espacio-tiempo, términos de esta profundidad y alcance no aparecen en las otras ciencias experimentales, debido a que no han considerado a su conocimiento estructurado teorías a superar, sino conquistas de una verdad inamobible, quedando así limitada su imaginación a moverse sobre las direcciones marcadas del pasado, dicho de otra manera: renuncian al estímulo de los saltos cuánticos, en los que se pueden plantear miradas que cuestionen las mismas bases del progreso científico hasta el momento.


EL PRINCIPIO QUE HAY QUE SUPERAR PARA HACER MÁS FÁCIL DETECTAR OTRAS VIDAS INTELIGENTES


   Para que la búsqueda de vida inteligente deje de ser tan farragosa, tan costosa, es necesario que la ciencia cambie uno de sus principios (los principios se llaman así porque pueden cambiarse, sino se llamarían finales): el principio de que la conciencia emana de la materia. Este principio fue superado, sin ser conscientes de ello, cuando comprendimos que los ladrillos de la materia son los átomos, en especial de la materia biológica, el racionamiento es simple y sencillo: los átomos de nuestro cuerpo cambian constantemente con nuestra alimentación, si en ellos estuviese el origen de nuestra conciencia, de nuestros pensamientos, éstos se estarían esparciendo por toda la naturaleza: la biología desde el punto de vista material ejecuta una danza a través de sus átomos, que pasan de unos cuerpos a otros (plantas, animales y humanos). Lo que hace que un edificio sea tal, no son los ladrillos, que podrían ser otros, sino el orden en que los colocó el arquitecto con su diseño y luego el albañil con su actuación física, la biología para ser necesita de una conciencia previa a la materia, como el edificio necesita del arquitecto y del albañil.

   De alguna manera la ciencia actual está siendo rehén de uno de sus principios, que la ancla en el materialismo. Dejar el materialismo, suponer a la conciencia una entidad propia más allá de la materia, no convierte a la ciencia en espiritualidad, sin embargo dejar exclusivamente ese terreno a la espiritualidad sí que la supone una gran limitación en su avance. La física teórica necesita  creer, teorizar, sobre dimensiones ocultas para explicar las dimensiones visibles, la ciencia del futuro deberá teorizar sobre dimensiones de la conciencia invisibles  a nuestros sentidos, para poder así seguir explicando lo que vemos, y también para poder encontrar vida inteligente, conciencia en definitiva, más allá de la materia visible:  no es espiritualidad, es ciencia de la conciencia.


Buscar vida inteligente no tiene por qué ser tan complicado como muestra la famosa película "Contact". La complicación emana de una visión materialista de la ciencia sobre la conciencia, si la superamos todo un nuevo horizonte de posibilidades se abrirá ante nosotros...


MATERIA Y ENERGÍA DESDE LA MIRADA DE “EDUCAR EMPODERANDO”

        
      La fórmula más famosa de Einstein, la de la conversión de materia en energía y viceversa E = m c², no revela cómo es posible que una cosa se convierta en otra, tan sólo hace un balance numérico. Es pues necesario dar el siguiente paso: explicar de forma razonada cómo se hace la transformación; para ello es necesario definir la materia de una forma más sencilla y que a la vez la relacione con la energía.


         He aquí la manera más simple y esencial de hacerlo: la materia no es más que energía geometrizada, encerrada en una determinada forma. Desde esta perspectiva lo que ocurre no es una transformación de la materia en energía como sustenta la mirada oficial en estos momentos, sino la liberación de la energía de la forma en la que estaba encerrada o sustentada. Esta mirada al ser más esencial que las actuales facilitará el estudio de la materia, permitiendo todo un segundo “salto cuántico” en la física.

    Desde la perspectiva de los Nuevos Paradigmas del Conocimiento, que ponen como base de todo a la conciencia, la energía sería como el barro que la conciencia da forma a través de la geometría, cuando ésta se rompe el barro se libera de nuevo como materia prima. No existe un único modelo de “barro”, sino que atendiendo a la frecuencia a la que vibra puede dar lugar a diferentes energías; de hecho una forma de romper la geometría, el contenedor, es subir la frecuencia de la energía, el contenido; esto es precisamente lo que ocurre en las reacciones termonucleares que alimentan las centrales eléctricas.

Cuando contemplamos una hermosa flor lo que vemos es energía encerrada en la geometría que sustentan los campos morfogenéticos, base de la biología de los Nuevos Paradigmas. Lo que sentimos en ella es el encuentro de dos conciencias: la nuestra y la de la flor, dos conciencias que se expresan a través de la vibración de sus energías y de las hermosas geometrías que las contienen.




HACIA UNA CIENCIA TRANSCULTURAL Y DE CORAZÓN


     La física no sabe en el fondo qué es la luz, una muestra de ello es que necesita de dos teorías aparentemente opuestas para explicar su comportamiento: la luz como ondas y como partículas. Entonces ... ¿para qué sirve la ciencia ...? La física no nos desvela la esencia de la luz, pero gracias a sus teorías podemos encontrarle propiedades que empleando simplemente nuestros sentidos no lograríamos ver. La función de la ciencia es como la de un telescopio que no nos dice nada sobre el fundamento de las estrellas, pero sí nos las acerca a nuestros sentidos.
    En el paradigma del conocimiento imperante la ciencia sirve a los mitos creadores de cada cultura, dirigiendo  siempre su mirada exploradora en las direcciones “permitidas” por estos. Un ejemplo de ello sería la medicina occidental que investiga en la dirección del mecanicismo y el materialismo; esto tiene sus pros y sus contras, el mecanicismo le hace desarrollar una cirugía muy avanzada y el materialismo le hacer dejar fuera de su campo el mundo de la conciencia. Así, el conocimiento en toda cultura posee unos puntos ciegos que quedan fuera de su campo de exploración, esto ha asegurado no perderse en la dispersión  y que cada cultura pudiese hacer aportes diferentes al conocimiento.


Un ciencia transcultural y de corazón integraría todos los "colores" en un arcoíris del conocimiento lleno de sentido , que apuntaría hacia una humanidad en la que todas las personas podrían ser ellas mismas ...  disfrutando y enriqueciendo  la abundancia de la vida.

  
    En la visión transcultural de los “Nuevos Paradigmas del Conocimiento” las culturas no tienen porqué ir cada una por su lado, pueden integrar sus avances y eliminar puntos ciegos. La consecuencia, es evidente, un progreso científico y humanista como nunca se ha registrado en la historia. Estos paradigmas traen consigo aún un mayor tesoro: ser permeables a la sabiduría del corazón. Este don asegura que el camino que inicié con ellos la humanidad sea hacia un mundo en el que cada persona pueda expresar su propia luz , haciendo de ello el mejor servicio a los demás.
    Lo que se investigue será para servir a la felicidad de todos y no para competir entre nosotros. La ciencia será, en definitiva, una de las manos del corazón.
    ¿Qué te parece, querido lector, examinar los conocimiento que has ido adquiriendo en tu formación a la luz de lo Nuevos Paradigmas …? No se trata de luchar contra lo establecido, sino de ir trascendiéndolo poco a poco, cada uno a su ritmo y siempre guiándose por su sentir, pues el fin último es una humanidad que pueda vivir desde su corazón.
      
  
   
    

La Física Cuántica y la Danza de la Vida


     Cuenta la leyenda que la Conciencia creadora de la Madre Tierra plantó las semillas de las diversas culturas, otorgándolas a cada una un don creativo y un lugar en el territorio de la conciencia, que delimitó por un cercado de ignorancia, necesario para poder hacer su trabajo sin interferir en el de los demás. Llamemos obstáculo a este límite.


     A un pueblo le dio el don del amor a la naturaleza. Se sentiría tan unido a ella que nunca edificaría ciudades, sus construcciones serían tales que cuando las abandonasen, al poco tiempo, nadie podría decir que allí había habido un poblado. Serían uno con la Madre Tierra. Nunca se les ocurriría vender sus tierras, que considerarían tan solo en depósito. El obstáculo, la prueba, que deberían vivir consistiría en que algún día serían expulsados de esas tierras que tanto habían cuidado. Su corazón se rompería.


     A otro le dio el conocimiento de la naturaleza interior. 
Sentiría la presencia del Ser en su centro, nada exterior podría ocultar el Sol interior. La nada se convertiría en fuente inagotable de creación, estuviesen donde estuviesen. Su obstáculo consistiría en que sólo unos pocos podrían alcanzar la “iluminación”. Como el pianista en la orquesta, el maestro tocaría solo para un gran público. Habría clases, división, aunque sorprendentemente sus maestros sintiesen la unidad en su interior. Su corazón se rompería.
                                                             
                                                          
                          A un tercero le despertó el amor por la materia. Hasta tal punto se uniría a ella que se confundiría con la misma, creyendo que un ser humano es sólo algo material. Llegaría a dominarla de tal manera que avasallaría a los demás pueblos con sus inventos, olvidando que los otros eran creativos en la parte que les había tocado. Su prueba también sería dura, se olvidaría de su verdadera esencia espiritual, aunque paradójicamente, construiría los mayores templos. Su corazón se rompería.


     Pero la Conciencia les tenía preparada una gran sorpresa. Había compuesto
La “Sinfonía de la Unidad” para que entre todos los pueblos de la Tierra la tocasen al unísono, cada uno con su instrumento –el don recibido-. Cuando todos estuviesen preparados la mágica música recompondría sus corazones, y las barreras de la ignorancia desaparecerían, permitiendo florecer –reconocer- la labor única de cada cultura.
     Cuentan que ahora la orquesta está ensayando, y como cada instrumento va por su lado suena muy desafinado, están esperando a su director, que no es más que sus corazones unidos.




    No es difícil imaginar de qué tres culturas se tratan. Este cuento nos narra el momento actual de 
la humanidad, es necesario para poder entender en profundidad el contexto en el que nace el “Nuevo Paradigma Científico”, territorio de la conciencia, que permite el desarrollo total de la Física Cuántica. No podemos entender esta parte de la ciencia, centenaria ya, sin tener presentes la sabiduría de todos los pueblos de la Tierra. La ciencia verdadera no sólo es patrimonio de todos, sino que debe ser creación de todos. Hoy, el avión nos acerca al chamán que nos enseña su sabiduría, en un centro de yoga situado en occidente.
     El mundo de lo muy pequeño nos descubre a los occidentales lo que estaba más allá de nuestro cercado de ignorancia. Por eso nos parece algo ajeno, que incluso nos produce miedo. Hundiéndonos en la materia empezamos a trascenderla, como sumergiéndonos en el mar terminamos siempre tocando fondo.
      Los primeros descubrimientos en la Física Cuántica dejaron tan desconcertados a sus creadores, que incluso, obteniendo resultados prácticos, dudaron de su trabajo. Algunos vivieron verdaderos cambios de conciencia como Niels Bohr y David Bohm. Debieron romper el cascarón cultural en el que habían nacido, para podernos contar el mundo exterior. El poyuelo rompe el huevo cuando tiene el tamaño adecuado y ya no le queda alimento dentro; no es, pues, sólo, un problema de crecimiento, sino también de sobrevivencia. La humanidad necesita romper sus huevos culturales, en los que cada pueblo ha logrado su crecimiento, si no quiere morir asfixiada y desnutrida en un espacio de conciencia que le viene pequeño.
     Es necesario vivenciar el conocimiento, sentirlo, integrarlo en nuestra vida cotidiana, hacerlo parte de nuestra propia danza de la vida. El principal papel de las nuevas teorías no es el de proporcionarnos una tecnología que nos haga la vida más cómoda. Paradójicamente, estamos siempre buscando la comodidad, porque nos sentimos incómodos con la clase de vida que llevamos. Y en vez de revisar sus fundamentos, que nos obligaría a pensar y tomar compromisos, decidimos ir poniendo remiendos, como aquél que va apuntalando la casa, en vez de construir una nueva. Usamos una tecnología que la mayoría no entendemos, convirtiéndola en otra forma de dependencia.
     El papel fundamental de los nuevos descubrimientos debe ser abrir nuestras mentes y recomponer nuestros corazones  rotos, como dice la leyenda, a fuerza de chocar con nuestros límites culturales.




     Pongamos como ejemplo el cómo una visión cuántica de la realidad puede dar una dimensión nueva al cotidiano ejemplo de comer, una visión mágica y racional a la vez.Todos nuestros átomos van siendo intercambiados con otros exteriores a nuestro cuerpo físico, a través del acto de comer. Nuestras células, se reproduzcan o no, van renovando sus átomos constantemente. Nuestro cuerpo es como un edificio en el que, continuamente, vamos cambiando unos ladrillos por otros, sin que, ¡sorprendentemente!, la estructura se venga a bajo. ¡Toda una danza, llena de magia y misterio…!. La mirada cuántica de nuestro cuerpo, más allá de la química molecular, abre nuestra mente a una visión sagrada del acto de comer, que se convierte en una danza de intercambio atómico con el resto de la naturaleza; reviviendo en nosotros la unidad de todas las cosas, que una visión materialista, que no verdaderamente material, nos había ocultado. Entramos, de esta manera, en contacto con el sentir del primer pueblo de la leyenda, que vivía en comunión con la naturaleza, y nos alejamos de la absurda idea de querer dominar la naturaleza, que es equivalente a querer esclavizarnos a nosotros mismos.
     Dejemos, ahora, volar nuestra imaginación utilizando las alas del “Nuevo Paradigma Científico”. ¿Por qué intercambiamos átomos constantemente con el mundo exterior…?. ¿Por qué no utilizamos siempre, por ejemplo, los mismos átomos de calcio en nuestros huesos…?. ¿Por qué una pregunta tan evidente no se ha hecho antes en nuestra medicina…?.
Según la Cuántica, la inmensa mayor parte del volumen de cualquier átomo es espacio vacío. Podríamos decir que cada átomo es como una caja vacía. ¿Tiene sentido que estemos intercambiando continuamente “cajas vacías “ con el resto del planeta?. La lógica invita a pensar que debemos estar depositando algo en esas cajas, en un intercambio constante de “regalos”. ¿Qué son esos regalos…?. ¿Por qué los necesitamos para seguir experimentando la vida material…?.La visión cuántica activa, como nunca, la magia y el misterio de la vida en cada uno de nosotros, sin necesidad de dedicar nuestra vida a la ciencia. Tal vez, esos “regalos” sean un intercambio de conciencia entre todos los seres, vivos o no, en el sentido occidental de la palabra vida. Esto nos conduce al tema de la Conciencia, visto como un concepto más elevado y profundo de la Vida, más allá de lo material, en consonancia con el don del segundo pueblo de la leyenda.
     La mirada cuántica del comer no termina aquí, es necesario mencionar los descubrimientos del biofísico Frit Albert Popp, que ponen de manifiesto que los átomos, a través de sus electrones, son también unos almacenes de luz; y, que comiendo, lo que estamos haciendo es nutrirnos de luz, sin la cual sería imposible que comenzarán la infinidad de reacciones químicas que sustentan nuestras células.Así, pues, un hecho tan cotidiano como el comer, necesita para ser comprendido de la visión integrada de las tres culturas. Nuestra nutrición nos recuerda que la vida no se puede entender como una mera suma de conocimientos. Su compresión está mucho más cerca de la idea de una danza de materia, luz y conciencia, que armoniza e integra todos los dones de todas las culturas: LA DANZA DE LA VIDA.


Artículo publicado por Carlos González en la revista:
"Dia de la Terra" nº 18 (septiembre 2006)

LOS NUEVOS PARADIGMAS, UNA PUERTA A UN MUNDO EXTRAORDINARIO



     La distancia más corta entre dos puntos es la línea recta … siempre que no doblemos el papel en el que los dibujamos, si lo hacemos convenientemente la distancia se reduciría a cero.
     Las teorías científicas y cualquier tipo de creencias culturales se “dibujan” en el papel de un paradigma. Los problemas que se plantean en una determinada sociedad tienen que ser resueltos en ese papel, en el que el reto es ir del problema a la solución por el camino más corto, es decir la recta. El método científico que conocemos sigue este camino y el ensayo y el error lo conforman, siendo la inspiración una joya difícil de alcanzar.
     En los Nuevos Paradigmas del Conocimiento el “papel” se puede doblar y la distancia entre problema y solución tiende a cero, la inspiración se convierte en una herramienta cotidiana y el método científico, propulsado por el autoconocimiento, se transmuta en espíritu científico.
     ¿Cómo es esto posible? Parece ciencia ficción Justo la misma sensación que producen los trabajos de física teórica que hablan de universos y tiempos paralelos. La  física teórica se permite en nuestra cultura occidental una imaginación y creatividad que se niegan las otras ramas del conocimiento, que siguen en general muy atrapadas en el materialismo y en el mecanicismo, es decir, no se están proyectando en un nuevo “papel” como lo hace la física más atrevida.
     
Una teoría tan rompedora con lo establecido como la de los agujeros de gusano es impensable en otros campos del estamento científico que no sea la física teórica
       Cada vez se muestran más evidencias de que existen tiempos paralelos al que vivimos conscientemente, como el hecho avalado por grandes neurocientíficos de que primero actuamos y luego pensamos cómo actuar. Doblar el “papel” equivaldría a hacernos conscientes de estos diferentes tiempos y aprovecharlo para obtener “nuevos” conocimientos de forma casi instantánea. Esto ha ocurrido de forma esporádica en sueños o duermevelas de algunos científicos, que les han proporcionado la solución a un problema difícil de manera inmediata,  como fue el  caso de Kekulé,  que reconoció haber dado con la geometría de la molécula del benceno gracias a una ensoñación.
      Los Nuevos Paradigmas están creando una estructura científica que explica estos hechos. Desde esta plataforma de lanzamiento, será posible un cambio en nuestras miradas del mundo que nos llevará a vivir estos acontecimientos extraordinarios como algo habitual.